"DEDORISMO" ECONÓMICO EN MÉXICO

Carstens se destapó. Ha declarado que tiene especial interés en ser el próximo gobernador del Banco de México. Una intención a todas luces irresponsable por 2 factores:

1.- El desempeño de Carstens (Chicago Boy y alto funcionario del FMI) ha sido por demás decepcionante. Se esperaba mucho de un economista preparado a nivel internacional (que terminó pareciéndose más a los migrantes que al volver a México se les olvida trabajar). Las decisiones y respuestas dadas ante problemas graves no han sido del todo las adecuadas.

2.- Independientemente de la capacidad de su aspirante (a lo mejor ya en el puesto que busca le regresan las ideas) el Banco de México ha sostenido las políticas monetarias en un nivel más o menos estable (dejando de lado las subastas de dólares de la reserva) debido a su autonomía. En otros tiempos cuando el presidente decidía el destino de todo (léase: Echeverría) se tomaron decisiones equivocadas por decreto (como imprimir billetes al por mayor para el gasto público) que nos fueron llevando a crisis económicas insostenibles (y no venían de fuera). Carstens es fiel a Calderón, quien se ha encargado de poner en puestos estratégicos más a gente fiel que no contrariaría sus decisiones que a personajes expertos; estrategia que no le ha funcionado del todo bien (Vázquez Mota en la SEP, Germán Martínez como titular del PAN y actualmente César Nava, por mencionar algunos). Con estas acciones, Calderón revive el presidencialismo totalitario y al dedazo (dos cuestiones terriblemente negativas para una incipiente democracia).

Pensaba hacer un cartón sobre el caso, pero Calderón (Paco Calderón, el monero) lo ilustró con tanta precisión que ya no lo consideré necesario (aquí su página, www.pacocalderon.net).