EL MARAVILLOSO PODER DE LAS PALABRAS

Hola a todo el mundo (hola Dr. Lags)

Pues bien. Hoy (miércoles 11 de junio) estuve en el Instituto Cultural Cabañas (en Guadalajara) en el evento de la firma de la Alianza por la Educación en Jalisco.

Estaban los de casi siempre: Emilio González (el gober _ _ _ _ _ _ _), Miguel Ángel Sánchez (el Secretario de Educación de Jalisco que sólo se puede ver de lejos), el Presidente de la Comisión de Educación del Congreso Estatal, José Guadalupe Madera (¿Madera de político?) entre otros.

Pero hoy estuvo presente también Elba Esther Gordillo (La Gordillo).

Se aventó un discursote de más de veinte minutos sobre la importancia y responsabilidades del gremio educativo (o algo así). Lo que sea de cada quien: la Gordillo estará fea como patada de mula (así o más fea) pero eso sí, es una excelente oradora. En todo su discurso no hubo muletillas, moduló a la perfección la voz para enfatizar lo importante y supo poner el dedo en la herida (cuando habló de que por ningún motivo deben usarse las escuelas para enseñar religión) con tal seguridad que, ¡bueno!, hasta a mi me andaba convenciendo.

Todo lo que dijo está bien: que los maestros saben trabajar, que ser maestro no es una profesión cualquiera (anotación del hijo de mi jefa: "no hay profesión cualquiera"), no hacer de las escuelas "roperos de niños" (bueno, hoy creo que me voy a poner el güerito porque convina con el trigueñito que ya llevo puesto y asì ya no repito el morenito que me puse ayer) entre muchas otras. El problema es que todo queda en eso: pura oratoria pura al estilo priista (o Nuevaliancista), pues el hecho es que los maestros siguen tomando universidades, carreteras, parando sus labores por tiempo indefinido (véase Oaxaca), sirviendo como carne de cañón para fines políticos (idem) o simple y sencillamente dando educación de mala calidad (sabotaje sistemático).

No digo que todos los maestros lo sean, pero ¿realmente estamos preparados para hacerle frente a la vida con la educación que recibimos en la Escuela? Por lo menos en la escuela nunca tuve clases de mañas y triquiñuelas macabras, así que supongo que a la Gordillo de nada le sirvió la educación en la escuela para estar donde está ahora.

Hoy les debo la caricatura de la Gordillo (aún no abro el blog de fotografía jajajaja), pero los dejo con la tercera parte del Loco Araña.

Saludos