2 DE OCTUBRE DEL 2008

Hola a todos!

Aunque esta entrada quizá la vean hasta el 3 de octubre (como solía ser en aquellos años cuando no había internet) no me quiero quedar sin la oportunidada de subir algo a este blog en esta conmemoración tan importante como es el 40 Aniversario de la Masacre de Tlatelolco.

Hoy en día, dicha conmemoración sirve sólamente para que políticos ansiosos de reflectores (de todos los partidos) así como pseudointelectuales y grilleros (al que le caiga el saco...) se cuelguen y enarbolen la bandera de la libertad, la justicia, la igualdad y un montón de cosas que en México al parecer no existen (o están muy escondiditas).

Poco se ha avanzado desde aquellas épocas. A decir verdad creo que se ha involucionado. Hoy en día hay más libertad de expresión (digo "más" porque aún no llegamos a los niveles que deberíamos) pero se sigue atacando a los periodistas. En lo político tenemos una transición que no termina de consolidarse (y que mete las cuatro muy seguido); una izquierda estancada, que antepone intereses muy perticulares antes que los de "la gente", muy dividida (tal como en el 68, cuando eran Leninistas contra Trotskistas, sólo que ahora es Chuchos contra pejistas) y un gigantesco dinosaurio que está despertando del letargo dispuesto a recuperar su lugar perdido (lugar que le perteneció por más de 70 años y desde donde se fraguó esta matanza que tantos años de grilla ha dado).

Los líderes que participaron en este movimiento tuvieron destinos diferentes: unos murieron en la Paza de las Tres Culturas, en los hospitales o los campos militares poco después de la manifestación (los que tienen ya un monumento con sus nombres en dicha plaza); otros se fueron a la guerrilla luego de ser sacados de Lecumberri (unos volvieron, otros no); otro grupo se siguió dedicando a la política y ahora forman parte de los partidos de izquierda (ver arriba lo que opino de la izqueirda mexicana). Unos cuantos como Heberto Castillo siguieron adelante y forman parte de la historia, otros se volvieron intelectuales (como Luis González de Alba, del cual les recomiendo el libro "las mentiras de mis maestros" para que se vayan desmitificando) y otros viven de sus recuerdos.

El 68 sigue vivo en ellos. En el resto es un mero recuerdo (para los que lo vivieron) o un pretexto para justificar la desesperanza en los tiempos actuales (para aquellos que ni siquiera estaba planeado que nacieran en el 68 ) y dedicarse a romper cristales y saquear tiendas.

Nos hacen falta movimientos reestructuradores firmes, duraderos y unificadores (nada de gobiernos pirata, pseudocaudillos de revista de modas o planeadores con "foritis"), pero para eso falta ante todo VOLUNTAD (el estar hartos de vivir en el subdesarrollo, la mediocridad y sometidos por la impunidad es un buen comienzo).

Ahí le paro a este pequeño discurso y los dejo con mi cartón relativo al día.

Saludos